ubik

EL PRIMER DÍA INNECESARIO DE LA AURORA.

En mis estanterías conviven

diferentes tipos de lluvia,

que se visten de mi,

enjauladas como aves 

incapaces de volar,

 

como el beso latifundio de la jirafa

o las fábulas del espejo 

que no dejan huella

sobre el gris estrellado

de la ceniza derviche,

 

en el umbral 

de las puertas del aire,

donde la luz cocina lunas

al otro lado de un espejismo 

declarado siniestro total.