Velero de sueños que estremecen mi sentir,
gaviota que llevas volando una promesa,
alma alegre que el olvido devoro,
luces que ahora ya son sombras,
noche sin final.
Cruzando el umbral, quemó con fuego mi poesía,
su aroma se escondió en el mar de mis lamentos,
sollozan mis años….
se fueron con la tarde esos versos del alma,
dejaron el amor encendido,
un silencio negro cubrió su corazón,
y fueron sus ojos una sola lluvia de invierno.
Confieso perfidia de ilusión,
sal entre mis manos,
soledad burlesca que nutre mi inspiración,
invierno frio de una lágrima,
que desnudo el pensamiento.
Velero de sueños que despojan emociones,
esa soy yo,
derrito entre mis letras un estigma,
que enamora al poeta,
veneno que no mata,
sangre que brota de la luna,
noche sin fin.
Colombiana.-