¿...Te preguntarás porque soy tan reservado y retraído...?
Y es porque me da cosa hacer pálpitos y ruido.
No quiero dar la nota, ni pretender ser idiota.
Me gusta ser cauteloso y hacer mis notas y esquemas.
Me gusta dibujar planos de mis metas.
Y una de ellas es cortejarte y decirte cuanto te quiero.
Sí, lo sé, soy torpe y a veces un desastre.
Pero eso no me impide quererte.
Yo te hago la pregunta, luego tú lanzas la respuesta.
Podrá sonar cursiloide, pero nada de eso.
¿Quieres salir conmigo?
Soy tierno, dulce y distraído.
No molesto ni hago ruido.
Me asemejo al típico algodón de azúcar,
Pues a veces pienso que soy acuchable y comestible.
No quisiera ser una carga,
pero pienso que las descargas, si son de amor, mejor.
Así que piensa en ello.
No sé si a eso se le llama ser bello…
Pero aquello, de lo que algunos carecen… Yo lo tengo.
Tengo un amor rosita,
tengo un amor rosado.
Lleno de chuches y agrados azucarados.
Tengo a mi corazón en lista de espera, sin aún ser llamado.
Así que por favor, llámame algún día, y sabrás
lo mucho que te quiero y cuanto amor he albergado.
Para ti toneladas de amor puro y sincero,
para ti todos los para siempre y los te quieros.
Para ti todo lo que quepa en este mundo.
Y si aún es poco lo que te propongo; guarda este poema bien profundo.
Dentro de tu corazón estable, para que cuando esté extraviado o perdido,
te acuerdes y pienses en mí. Y si es así, significa que te importo como tú a mí me importas.
Te quiero Mucho mucho mucho, mucho mucho mucho mucho.