Mauro Enrique Lopez Z.

Una casita

Te prometí hacer una casita 
donde viviéramos los dos,  pero 
tú ambición, no dejaste que te 
amara como lo manda Dios. 
Hoy andas trasnochando en bares, 
buscando quien puede caer para 
que pueda llevar un pan a tu boca;
que pena me da, yo en tí no creo 
porque, tú mismo buscaste esa 
forma de vivir , yo construí una 
modesta casita don vivo felíz, 
tú llanto no lo quiero porque me 
hiciera infeliz; sigue con tu vida 
si eso te hace feliz.