Josefina Barreto

SIN DEDICATORIA…

¡Anda, vamos, dispara!

que mis sueños no se mueren con las balas.

 

¡Anda, vamos, te espero!

que mi pecho ya es más duro que el acero.

 

No me hieren tus palabras asesinas

hiel destilan, mas ya me he vuelto inmune;

y a pesar de la tierra que nos une

tú estás oculto, detrás de las cortinas.

Eres cobarde, y nunca das la cara,

mueres de celos, la envidia te acongoja

y en la nada tu letra se deshoja

y en lo absurdo tu guerra se declara.

 

¡Anda, vamos, qué esperas!

en tu soberbia, rendida me quisieras.

 

No me mueve ni un ápice tu sorna

si en la locura, tu lengua se trastorna.

Viertes veneno ¡qué sabes de emociones!

vas a hurtadillas, te pierdes en rincones.

Vives del odio, ¡por Dios! me causas pena,

ya en tu jactancia dictaste tu condena.

 

¡Anda, vamos aprende!

¡Que esta mujer ¡solita se defiende!