Joseponce1978

¡Atento!

Cuando la noche blindada de bruma

me aleja de tu recuerdo,

enciendo la mecha de la implosión

y atento contra mis cartílagos

desde una calculada premeditación.

Si hoy no llegué a tiempo

a los preparativos de nuestro atardecer, 

no fue por falta de madrugar;

mis ganas corrían tanto hacia tus contornos,

que rompieron la barrera del sonido

y el trueno me dejó desorientado.

Esta madrugada no me desvelo

lejos de ti por gusto, lo que ocurre

es que no tengo otro cenagal

mejor con el que soñar

como las algas de tu ausencia

me engrilletan los tobillos,

impidiéndome reptar hasta tus hechuras,

y atento contra la mañana

lejos de tu despertar y contra

la llegada del frío sin noticias tuyas.