Cepas van y cepas vienen
pero el virus no se detiene
nos mantiene prisioneros
naufragando cual marineros.
Nuevas variantes se multiplican
en escenarios que se complican
exponiéndose los que se inyectan
cuando aún vacunados se infectan.
Temerosos todos del contagio
siendo ya más que un presagio
un enemigo mortal agresivo
con varios puntos suspensivos.
Añoramos aquel espacio libre
que deja que el corazón vibre
sin restricciones ni reprimendas
abiertos a convivencias estupendas.
Esperemos que la pandemia cese
eliminando lo que hoy se padece
para volver a disfrutar de la vida
en contacto directo y sin medida.
Omaris Redman (Diciembre 1, 2021)