Dolcezza 🥀

Dépayser

Éramos una contradicción, una disputa constante.

Vivíamos un silencioso dolor el cual solo reconocíamos en nuestras noches compartidas.

Ninguno era marinero, ni faro, ni puerto.
Él era mar, salado, calmado, violento e inmenso.
Yo era cielo, furioso, lluvia incesante y una calma agobiante.

Pero al final nos encontrábamos, nos reconocimos y permitimos al otro explorar la profundidad e intensidad del otro.

Éramos paz, consuelo, un reto.
Y también conflictos… sin embargo, ya sabíamos calmar las aguas y al cielo acompañar.

No fue fácil, no obstante nunca se trató de eso.
Se trató de la aventura y el compañero.
Él me dejó conocer su lado cristalino, su alma en reposo.
Y yo lo acepté, acepté bajar las murallas de mi cielo y sin dejar de llover, un poco de luz dejar filtrar.

Al final nuestro caos continuaría, sin embargo, sabíamos que del cielo un arco iris saldría para perderse en el mar.

Ahora el sol ha salido, el camino termino y el compañero se esfumó.