bonifacio

Cara de esfinge

Había una vez un hombre con cara de esfinge
no tenía risa su rostro 
ni por cortesía una sonrisa finge
siempre permanece igual con sus ojos tristes
pues no hay alegría
en su actitud y su síndrome
es ser imperterrito e impasible
como un estatua de hierro totalmente insensible.

Desgraciadamente 
este hombre existe
y yo aseguraría
que no es de los más felices.

Y como el:

No hay en Egipto igual
ni más allá de los deslindes.