FIDEL HERNANDEZ

MoscĂș, ciudad de contrastes (2)

Moscú, ¡ciudad de contrastes!

Salgo extasiado al exterior

y me pierdo por tus grises calles,

paseo por la vieja Arbat

donde un poeta feliz posa

junto a una hermosa mujer,

su mujer y esposa,

ésa que tuvo que conquistar

más de una vez

para robarla sus besos;

ésa que junto a los juegos de azar

y su afición a los desafíos

fueron la sentencia inevitable

para un romántico final

escrito ya desde el principio de los tiempos.

¡Pushkin, amigo mío!,

díctame esos versos que contigo te llevaste

ésos que la muerte no te dejó publicar;

déjame, amigo, esas tiernas palabras de amor,

y léeme esas palabras combativas

que irritaban al mismo zar.