Alfredo Saez

-La Redota-

Por Alfredo Demersay, único retrato en \"vivo\" de
José Artigas que se conoce.

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El régimen se había puesto autócrata y  canalla
 sufrían sus pobres y el  criollo más pudiente
y en Tres Cruces , la asamblearia Quinta de la Paraguaya,
sancionó colectiva disposición de un pueblo muy valiente.

Artigas sería  desde entonces  Jefe conductor, protector y caudillo,
así se reducirían con armas y la Ley , infamias de  gobiernos godos,
pelearíamos con coraje, lanzas, \"perros cimarrones\" y el cuchillo 
librándonos todos de tan pérfidos realengos acomodos.

Murallas apabulladas  y la porteña  Montevideo ya ni resistía
mientras Victoria la Cantora les prometía fandangos;
aunque un pacto estratégico entre enemigos quebró  la porfía
y las familias orientales debieron irse, silvando sus tristes tangos.
 
Terribles peripecias  del cortejo, hacia el norte su  Redota
en aquel verano maldito, del cálido, hambriento año once,
con diez mil expuestos a las dolorosas lágrimas de la derrota.
Tenacidad  de héroes su hazaña , temple que se fragua con bronce.

Artigas preocupado ordena  en grado militar que no lo sigan
debía contener a los portugueses que se infiltraban desde el Brasil
-“¡No los puedo proteger , que a retrasar las marchas me obligan!”-
y el fiel Comandante Mariano Vega reitera la orden con fusil…

Pero…el Jefe, compasivo, toma su más augusta y  eterna opción decisiva.
“Y bueno….déjelos Mariano nomás… que El Ayuí nos espera”-
El Coronel guarda su jineta, ahora será el líder popular de esa nación altiva,
comienzo de una saga por la causa  general, magna propuesta aventurera.

El suceso fue en el Paso Yapeyú  del rio Negro, cerca del arroyo Correntino,
cuando el pueblo asumió la conciencia  de su propia comunal existencia   
unidad que aparea tormentoso y cruel destino a superar en heroico camino
quedando la lucha persistente,  libertad como guía,  bastión de resistencia.