Ben-.

Ojos de pez-.

En los testamentos, en los duros hexímetros,

en las letanías de tiempos ambiguos, de dureza

impenetrable, de inquebrantable belleza, de esos

monumentos al conglomerado taciturno, de esas

vistas inauguradas por prematura defunción, de aquellos

incesantes abismos, o de esos otros precipicios austeros

donde realizan orgías los efímeros pastores.

En los genitales, donde más golpea la tristeza,

ese ojo indecente que agoniza ,contubernio de algoritmos.

No me interesa, no me interesa, la muerte

ni los muertos, ni los vivos, tan anónimos, tan ajenos.

Persisten las vacías maletas de tantos seres,

baldosas o crepúsculos agotados, peces inertes.

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