Raiza N. Jiménez E.

El embrujo de la Tierra y el Mar.-

Los aromas de la primavera llegan hasta la cama.

Es de noche y el  olor de las flores nos embriaga.

Ya amaneció y el caluroso sol con su luz nos amaga.

Ya viene entrando radiante la luz, con ella su flama.   

*-*

Nadie parece querer integrarse al bello amanecer.

Hay un rústico silencio y sólo algunas aves cantan.

Buscan los brotes de los uveros que están al florecer.

Lindos concierto nos dan, hasta que sus alas levantan.

*-*

Cerca del campo vestido de frutales, vemos el mar.

Se escuchan las gaviotas volando ansiosas por llegar.

Mar y sembradíos, muchos no se lo pueden imaginar.

Los cocotales y los uveros hablan, y todos, van a callar.

*-*

El mar y los campos se visten de gala en las primaveras,

Las gaviotas aletean al verse acompañadas de otras aves.

Se separan de la mar, pero regresan contentas a su vera.

Conocen la bondad de los marinos y van surcar sus naves.

*-*

¡La maravillosa naturaleza ofrece a los hombres la vida,

y la unión con los hermanos menores, a vivir nos convida!