yito

El peso del silencio.

 

Él no quiso hablar del tema y el peso del silencio, fue deshojando sus sueños.   Ella lo engaño y eso produjo la separación. La justicia dijo que sus hijos debían quedar con la madre y ella, dificultaba, por rencor, la posibilidad de verlos. Ese tiempo de otoño permanente, marchito su corazón. Su cuerpo, colgado de una soga al cuello, en la rama del  árbol, no sorprendió a los que lo conocimos.