Felix Olivares

Mi voz

En serio, nunca suena el color de mi voz en tu memoria?
No es muy sensato un recuerdo, cuando es como una galaxia: Con mil millones adentro e incontables orgasmos escondidos en esos mundos!
Yo, que me quede entre el siempre y el aun no se, una tecla presionada esperando que el siguiente numero se digite, o se acabe de una vez la llamada, fue muy doloroso, ponerle fin por mi mismo a algo que se fundo infinito.
Compre asientos de primera fila vitalicios, para no perderme ni un solo detalle de tu sonrisa, ni un solo gesto, ni un solo gemido. ¿Que hago ahora? En un momento, fue la pregunta del dia, un dia que se torno eterno y que se violento 
¿por nuestras insignificantes diferencias? 
Asi lo hubiese deseado, pero fue lo imperdonable de no saber el que, o el porque lo mas aterrador del silencio entre nosotros dos, y tu, tu no dijiste nada.
Abruptamente un fin de año, cuando nuestra perfecta mezcla de genes aun ni hablaba, lo fuiste a pasar con el. Y ese es el hecho que torno todo en irreconcliable, pues perdone tus gases encerrados en nuestra pequeña habitacion, tu elitismo, tu soberbia, tus ganas de ganar un mundo del cual no te llevaras nada, pero eso no lo pude borrar, ni quebrando en mil pedazos el tablero ni mis manos, ni quedandome seco de lagrimas, asi que por fin adios!! Te deje, sin siquiera darme cuenta, sin un hasta luego o un talvez, pues si las posibilidades fueran cadenas, ya me habria ahorcado con ellas para no seguir atado.