Esa alianza sagrada,
promesa de amor eterno,
se basa en nuestra palabra
de respeto sempiterno.
Un compromiso en mi mano
que lleva escrito tu nombre,
en mi corazón a fuego
un amor que no se esconde.
Llevaré con dignidad
ese símbolo que admiro,
que luciré con orgullo,
hasta el último suspiro.
El amarte y respetarte
será ese fin que persigo,
hasta que al fin nos separe,
la muerte que es nuestro sino.
Si es verdad que hay otra vida
quiero verme allí contigo,
para seguir este amor
que una vez unió el destino.
Classman