Josefina Barreto

PERSONA AJENA

No sé qué ha pasado, me siento confusa,

estoy dividida en mi realidad;

y busco en mis sueños, invento una excusa

algo que me explique esta dualidad.

 

Si busco el consuelo de sus ojos claros,

dulces y profundos, de intenso mirar;

o anhelo el refugio tierno de su abrazo,

cerco que protege mi fe en  los demás.

 

O es su voz pausada, tan firme y serena

la que me estremece de sólo escuchar

que con una frase alivia mi pena,

haciendo de nuevo que vuelva a pensar

que entre tanta gente, aún hay gente buena

sincera y afable, digna de confiar.

 

Pero ¡qué tristeza! es persona ajena,

¡No me pertenece, no puedo pensar

en hacerle daño con mis sentimientos!

He llegado tarde, tengo que aceptar.

 

Mas, si él escuchara mis tristes lamentos,

si viera en mis ojos que no puedo más

seguir ocultando esto que ahora siento,

-no seguir fingiendo, quitarme el disfraz-

Él es mi esperanza, mi dulce tormento,

si pudiera amarme, volvería a soñar…