Alexandra L

Horas Contadas

 

De horas contadas se viste la existencia
la ciudad a lo lejos apaga sus luciérnagas
hay plazas desoladas, la lluvia en insistencia
las almas solitarias cuentan horas inciertas.

Un aroma de azahares llena la casa entera,
Y madreselvas dulces aligeran las penas
las preguntas se asoman a ventanas abiertas
por donde un tibio sol asume las respuestas.

La paz se ha recostado a disfrutar la siesta,
alcanza sueños raros, de lejanas quimeras
el pasado escapó como fugaz estrella,
y el presente es la valla que al futuro bloquea.

En el cuerpo dormitan los sentidos que callan,
y tan solo presienten, como ciego en la plaza,
el sonar la moneda en su plato no alcanza
es tan solo ilusión que a los oídos canta.

Todo se ha detenido, cada instinto, razón,
Y a puertas del olvido se escucha una canción,
conocida, lejana, pero tan familiar, avanza de otras vidas
con su fuerza ancestral.

Amantes que en reencuentro se vuelven a mirar,
y tentaron la suerte, el destino es rival,
no hay hambre que calmar ni sed para saciar
Solo queda ceder, y en el ciclo avanzar.

La palabra fue error que no supo mostrar
el sentido sencillo que quiso hacer llegar;
tengo en mi corazón tanto por entregar
para contigo ser, siempre contigo estar.

Alma que se mostró sin maquillaje alguno,
desnuda cual gota de agua,
carne y sangre, en mi mundo.

Sigue la rueda eterna, habrá un día mejor,
quien sabe a cuantos años se encuentra el resplandor
tras la noche inminente que los parpados cierra,
vendrá el alba animada sobre fértil pradera.

Y cantaran las aves, aroma a primavera, así en miles de vidas volverás a nacer,
seras rosa, paloma, lluvia fresca al caer, la estrella que se asoma en el atardece
y sin temor alguno contemplaras tu ayer, bajo la tierra húmeda donde duerme un clavel.

 

                                       11/6/2021