AMOR ETÉREO
Tuve un precioso amor que toda mi vida ocupaba,
era ese torrente sanguíneo que mis venas llenaba,
aquel edén era bello, mi alma completa empapaba,
alimenté enormes ilusiones, con su dulzura cenaba.
La felicidad es muy efímera, ese castillo se desplomó,
hoy ni las cenizas quedan, pararon en un crematorio,
los residuos se lanzaron al viento desde este portillo,
ni siquiera se les ubicaron en un rústico promontorio.
Los recuerdos fueron tirados al fuego incandescente,
el cerebro los exterminó como si fuese virus maligno,
el esfuerzo fue intenso para continuar siendo decente,
esta es película de la humanidad por esto me resigno.
Cuando se está enamorado se desprecia la autonomía,
existe una enorme dependencia de la persona amada,
todo puede cambiar por completo hasta la gastronomía,
no importa el lugar ocupado sea una mansión o ramada.
Jaime Muñoz, noviembre 4 de 2021