José Luis Barrientos León

Cielo plácido de tonos grises

 

 

Íbamos por un cielo plácido de tonos grises

Sobre pedazos de la tarde que se despide

Sin pensamientos,

Al ocaso del viento

Resignado de quietud en la hondura lejana

 

Nuestras almas consagrando el pacto

Para continuar el vuelo

En la generosa suavidad que nos brinda la altura

Hasta alcanzar el éxtasis del bosque

En el reposo ignorado de nuestros anhelos

 

Acudimos a los prodigios frágiles del crepúsculo

Contemplando la diáfana inmensidad del río

Antes de que el cielo se nos apagará

Inundando de paz los viejos caminos

Como fogata tenue de sueños vespertinos

 

En la vastedad cautivante del paisaje

Se mezcla la flor con nuestras almas albas

Exhalando fragancias alucinantes

Cual delirio de placer de los amantes

Cielo plácido de tonos grises

Donde reposa mi alma en tu mirada