Ben-.

No ese vacío-.

No es ese vacío,

el que electrocuta materia

y finge serrín en el cerebro;

ni tan sólo el espíritu invertebrado

que gesta su ficción a solas, como siempre.

Es aquel otro vacío,

materia a solas, también, hombro dinamitado,

grupo de nubes disperso, hondura

del llanto en lo profundo de un bosque, pájaro

solitario en el aljibe; es ese tan lleno

el que me solicita y me seduce: escorpiones

debe de llevar su trocito de venda. Como siempre,

en los ojos.

 

 

Veo partir grupos desolados

hollines en exceso, variedades

del término, conclusiones elogiables.

Los simios ya eligieron su vestigio

de hornacina sin victoria: veo sus

angulosas manos desvanecerse

en sus comunicaciones verbales.

Y es el tiempo, o lo será, el que

determine prisión incondicional,

la solvencia de lo demolido-.

 

 

 

Como siempre en los ojos.

Sueños definidos por su angustia

esa fiebre crepuscular de antaño y de nunca.

La vela marítima que apenas observó.

Su canto de piedra extraída del vaticinio.

La masculina erudición embalsamada

su vacío, la completud de su hombro herido-.

 

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