viento_sur

Llegó la hora

Quiero mover toneladas de cemento

bajo sus pies

Ya no alcanza

sentarme en la misma mesa de siempre, a esperar

el refilón de su mirada, levantar la mano,

aquietar la ilusión

 

Tampoco

callarse esta pasión ciega que sacude

como viento de Agosto

comerse las palabras, como si fuese

arena

pedirle milagros al tiempo.

 

Se descuelga el Sol entre naranjas y dorados

me saluda por última vez

llegó de la hora de inmolarse por

amor.