Cauribe1

Dolor de padre

Soy vulnerable a la nostalgia

a la tristeza y a la melancolía,

al quebrantamiento, al miedo,

a todo lo que no quiero sentir.

 

Al derrumbamiento de la gran construcción paterna,

a la ruptura de los lazos más fuertes,

a la lejanía de mi hijo,

a su indiferencia y su desprecio.

 

Ni siquiera puedo creerlo;

lo sufro, lo siento.

Es latente e inevitable,

horroriza mi alma, me causa desaliento.

 

Miles de errores he cometido,

tantos, que algunos desconozco,

varios de ellos los niego

y otros… otros que cambiar no puedo.

 

Amargo sinsabor llevo conmigo;

impotencia, desasosiego.

Su juventud se hace rebelde ante mi experiencia,

su espíritu anhelante rechaza mis fracasos.

 

No puede ocultarse la verdad,

vano es su bondadoso respeto.

Parece sentir lástima y misericordia,

intenta manifestar un gran aprecio.

 

Caminos de la vida en diferentes direcciones,

variables actitudes y pensamientos,

circunstancias que invitan a cambiar,

frágil e inconstante imagen humana.

 

No quisiera nada más que conservar su amor,

merecer su admiración y respeto,

ser su ejemplo ante el bien y el mal

inspirarlo, motivarlo y fortalecerlo.

 

 

Te pido Dios que me ayudes a retomar el sendero,

que lo ilumines a él, que no se aleje de mí.

Quiero que entienda lo mucho que amo su vida

que me perdone

y me ayude a mantener vivo nuestro amor incondicional.