Raul Gonzaga

Dueña de mi corazón

Es tu divina mirada,
es tu cuerpo celestial,
esa armonía sinigual
de dulce esencia sagrada;

fue mi experiencia pasada
un vano estigma infernal,
que con tu luz ideal
quedó transformada en nada;

eres presente alegría,
sutil llama hecha pasión,
e inmensa sabiduría;

eres sagrada obsesión,
eres, amada tan mía,
dueña de mi corazón...