Jose Luis Posa Lozano

LA BELLEZA DEL ALMA

 

La belleza del cuerpo es pasajera

como un amanecer del mes de mayo,

voluble, asustadiza e inestable,

esclava de las modas y los años,

mas la belleza del alma es sempiterna,

resucita y alegra la mirada,

transmite la alegría en su sonrisa,

la empatía, la paz y la esperanza.

 

Paseo por jardines y avenidas

y me cruzo con mujeres tan hermosas

que iluminan todo cuanto miran

con la luz que su corazón rebosa,

 señoras sin edad y sin complejos

que ganan -como el vino-  con los años,

mujeres pletóricas de vida

sensuales, sugerentes, sin engaños.

 

Madres, abuelas, diosas encarnadas,

vestales en el ara de los tiempos

sacerdotisas de la  pasión sin trampas,

vergeles en las dunas del desierto

que no precisan quirófanos ni saunas

porque el amor  multiplica sus encantos

porque nunca han jugado a dos barajas

ni se han tirado un farol sin tener resto.