Lentamente haz invadido
todos mis rincones
y me ha cubierto
con tu manto de alegría.
Ha desahogado
mi pena y mi alegría
en el día que te
busco amada mía.
Cual hermosa
eres a mi parecer
cual dulce
es tu ternura
a mi dulzura.
Sin tan solo
pudiera amarte
quererte e idolátrate
para llegar a ti
y detenerme
en tu afecto
y gozar de tu gracia.
Si me dejara entrar
en tus sueños de placer
convertido en temblores
sacudida profunda
que salen del corazón
nada más que
desesperación por tu
sombra fugitiva
cuando atraviesa
por mi mente
y la deja cautiva.
Camino de beso
se me abren rumbo
a mi devoción.
Me duele
tu recuerdo
sin retorno
me elevan
hasta el precipicio
baños de profunda
caricias recuerdo
que se agrietan
en mi mente.
Lentamente con mis ojos
cerrados te recorro
rumbo a tu cariño
como quien
baja y sube
por un sedero
apero y estrecho
explorando me deslizo
y de repente
me regresó
mirándote indefenso
y cautivo
en tus brazos
y te colmo
a besos locos
sediento de tu alma.
Me mira
y comprendo
que no es
un juego de niño
que son sentimiento
más allá de besos
y caricias
más allá de
la entrega
a la pasión
que es también
mí de devoción
con temor
eso no es
más que amor
con exaltación.
Todo los derecho de autor reservado: Francis Mota