Armando Cano

MIS ANSIAS QUE GRITAN POR TI.

 

Cariño mío, como quisiera  que hoy en definitivo estuvieras aquí,

y calmaras  con tus besos mis locuras y mis ansias que gritan por ti.

 

Quisiera que me acompañaras el resto de mi vida

A recorrer las playas, los mercados, los pequeños pueblos, las veredas.

A probar mangos, papayas, guayabas; a tomar agua de coco o un tepache bien helado.

 

A comer atoles, curundas, niño envuelto, pejelagarto asado

y después  piñas, dulces, naranjas, plátanos.

Y mucha agua fresca, rica, para calmar la sed.

 

Margarita, tierna niña, recorre conmigo los ríos, las campiñas.

Miremos mariposas, cañadas, volcanes y el vuelo de las aves

y hagamos muchos planes para vivir así.

 

Te invito a recorrer los fines de semana Taxco con su plata,

Tres Marías, los volcanes, Morelia y su belleza, a Santa Clara del Cobre.

 

Salgamos por carretera y sin hacer planes hasta donde nos mate el hambre

y comamos lo que sea: tamalitos, quesadillas, gorditas de queso,

huitlacoches o nopales. Y una cerveza bien fría, y si es Bohemia mejor.

 

Pero sobre todo has que con tus besos, tu presencia, se calmen mis males.

 

Busquemos donde vendan nieve de elote o pistache, fruta seca, algodones.

ramos de flores para regalarte.

 

Tomémonos un café en la plaza de Cuernavaca

y dos tragos de tequila acá por el Tenampa.

Vayamos a Tlaquepaque a comernos una birria,

escuchemos los mariachis y vivamos de la vida.

 

Y cada que lleguen las vacaciones grandes tomaremos café de altura,

escucharemos marimba y pasearemos por Chiapas.

 

O si prefieres oír jaranas nos vamos a Yucatán y comeremos cotzitos,

sopa de lima, papatzules o venado.

O ese manjar de los dioeses que es el poc chuc, bien preparado.

 

Por semana santa iremos, Margarita bien lo sé, a recorrer Isla mujeres,

Puerto Escondido o Zihuatanejo

donde el mar es un espejo para que peines tu pelo.

 

Y de ahí, ya que tanto, nos iremos a Michoacán a probar unas morelianas,

y a Uruapan o a Apatzingan, al Paricutìn  y a las ruinas de San Juan.

 

Y en nuestras navidades vamos a donde haga frio, beberemos ponche,

 bien caliente, y una rica capirotada, que eso si es lo mío.

 

En alguno de estos días nos iremos a mi tierra, a Hidalgo del Parral.

Ahí comeremos pozole con trocitos de aguacate, pedacitos de chicharrón,

queso fresco, rabanitos, lechuga, orégano y su jugo de limón.

 

Pero que sea como se debe: con cabeza de marrano,

rojo o blanco es igual, si va bien acompañado  de tostadas de cueritos

y dos o tres tragos de sotol o de mezcal.

 

Comeremos muchas gordas y tortillas de harina con queso de hebra,

 y carne seca que trajeron de la sierra.

 

Visitaremos las huertas de los pueblos y sus alrededores  

y cortaremos manzanas, peras,  duraznos, tunas, cañas

y comeremos higos, nueces, hasta saciarnos.

 

Visitaremos tambièn a mi gente, te invitaran a cenar,

y tendrás  más familiares, muchos,  a quien amar.

 

Y ya por las noches bien abrazaditos contemplaremos la luna con su manto de estrellas

y estarás de acuerdo conmigo que en chihuahua se ven más bellas.

 

© Armando Cano.