Raiza N. Jiménez E.

El humano Dolor.-

Va la noche declinando para hacerse día,

saldrá el Sol y llenará de oro la mañana.

Se oye el trinar del turpial con su alegría.

Acude el jardinero en busca de su ruana.

***

Comienza el hombre su faena varonil;

la mujer, en su oficio, acude al fogón.

El hombre alude a su condición viril

y hace alarde de su perfil de valentón.

***

De nada valen miles de explicaciones,

respecto a las igualdades del humano.

Se van utilizando un montón de razones

y echando mano de manifiesto profano.

***

Se escucha un grito anulando al hermano

y una mujer trepa la cumbre de la noche,

para consolar el dolor del amigo cercano.

Lástima hay, y no cabe allí, ningún reproche.

***

¡Deshecha va caminando la fe del penitente

 y, en su honor, se encenderá la llama ardiente!