jesus alberto porras

La dueña de mi alma

 

Mi ser crusa un decierto para llegar a este manantial en el horizonte.

Frescura de rocio 
noches de luciernagas ponen el camino correcto del calido silencio .

Fuerza de un desagotamiento de una espera .

Sólo tú traes tranquilidad en los momentos difíciles que siento morir. .

No me dejes en este desierto llevame a ese oasis .

Al arrullo de un canto celeste de calido sueño.