Vicente Martín Martín

No presumo de ingrato

No presumo de ingrato, pero admito

que no está nada bien decir a voces

que uno entiende mejor a un animal que a una persona,

cuando menos

carece de buen gusto y quien lo dice

-en este caso yo- sí que debiera

confesarme culpable.

Culpable, sí , culpable por ejemplo de haber dado de lado a mi familia,

de huir de mis amigos

y hablar solo

o charlar con los muertos, las nubes y la lluvia.

Culpable por haber intentado tantas veces degollar a unos cuantos,

por haber sido Atila y no Quijote,

por no haber confiado en los horarios flexibles ni en el gozo

de un día soleado.

Culpable sobre todo de no haberme

suicidado hace tiempo

y estar vivo

consumiendo un oxígeno que alguien hubiera aprovechado

mucho mejor que yo.