Nataly Echeverri

LOS INVISIBLES

Caminan por las calles de la ciudad
esperando la misma rutina del día
pero sin nada extraño que encontrar

Solo sentarse en la aceras
perdiendo su mente 
en las nubes que fraguan el cielo
viendo esos grandes animales aéreos pasar

Es su vida, solo sentarse y observar

La gente transeúnte y compañera de la vida
no los mira con desprecio 
simplemente no están
sus ojos no alcanzan tal cobertura, la verdad

¿Será que son fantasmas vivientes?
No lo sé
que mas se puede esperar

No tienen nada
fuerza, deseos, metas
solo la desolación de un días mas
pero guardan en su corazón
engaños, desespero
y de pronto la esperanza de un pedazo de pan

No se sabe que piensan
a nadie le importa conocer mas allá
alejados del todo cotidiano
se dejan llevar, miran los colores del asfalto
nada cambia, todo igual

Se alejan cabalgando en caballos
pero van hacia la soledad
guiados por el olor alucinógeno
de lo único que los puede escuchar

El tiempo ya no es tiempo
solo instantes, no más
su rostro se va ensoñando
su camino perdido está

Alzan las manos contra la lluvia
pero ella se aparta si piedad
tampoco los quiere un poco lavar
tampoco desea para ellos algo de dignidad

Y la gente
hipócritas de la vida
lo tienen todo
incluso un lugar donde despertar
pero los insultan 
si con ellos su rostro va a dar
los desprecian 
si la mano pide ayuda, una limosna nada mas

Como si no fueran humanos
presentes en la mente están
pero lo único que han logrado
es ignorarlos, sin piedad

No tienen alma,
se las quitó la sociedad
son compañeros invisibles
como la enfermedad
no los miras, pero sabes 
que allí donde puedan
van a estar

No ignores amigo
ellos mas que nadie
necesitan hoy
una comida que levantar
y olvidarse que la vida injusta
y el pueblo amonestador
no pretende disfrazar esa soledad
deseamos un cambio
y es necesario empezar
tu decides si ahora,
pero recuerda que
mañana puede este mundo acabar