Palmar sobre una palma.
Palmar sobre la vereda.
Palmar sobre una hacienda.
Palmar sobre una sementera.
Ser un minuto de vida,
y una vida entera de muerte.
Aquel que escriba cartas
desde un porvenir inevitable,
es quien brindará con la parca
Aquel que cante andanzas
sobre un secreto, es quién
gozará de un tumulto marrón
en sus pupilas, y una carroña
celeste en sus pezuñas.
Y atenuados de esperanza,
sólo seremos uno con el deseo,
y tres con el misterio.
Sin excusas, ni moléculas gastadas.
Seremos un mantra eviterno,
que hurgará las memorias
de un chiste esclarecido.