Omaris Redman

MADRE MÍA!

Madre mía, nuestra heroína guerrera, luchadora de grandes batallas…desde su temprana adolescencia demostró su temple, endereza y valentía, ante la cruda realidad que le sorprendió inesperadamente, al abrigar en su lecho a su primer descendiente, cuando apenas se disponía a despertar a la vida y volar.

En ese momento, ante una sociedad hostil, estricta y cruel, decidió no flaquear y afrontarla con decisión, respondiendo a todo obstáculo, sí se atrevió, sí lo aceptó,
sí levantó su cabeza y continuó, aunque sola y sin apoyo aparente, venció esa difícil y penosa prueba que el destino le estaba presentando. Con voluntad y determinación, eligió a sus hijos, defendiéndoles de toda maldad y miseria, logrando superarlo todo, convirtiéndose en un ejemplo a seguir para nosotros.
Ella marcó la diferencia, en contra de todo pronóstico,  se sacrificó  con sangre por sus hijos, siendo 8 en total, nos guio y educó en valores y principios, y aunque no llegamos a la cima deseaba, tampoco nos quedamos rezagados en el camino, porque la enseñanza fue noble, y nos convirtió en buenas personas.

Hoy, te observamos ya cansada y sin fuerzas; sin embargo, al recordar tu largo y complejo recorrido no nos queda más que decirte Gracias, Gracias, Gracias, por tanto amor, dedicación y esa protección que nunca nos faltó.

Madre mía, nos sentimos orgullosos de ser tus hijos, y te otorgamos el Premio a la Excelencia, como la Mejor Madre de todas. TE AMAMOS!