Antonio Miguel Reyes

Por un pelo

Por un pelo

 

En el rincón de un lugar

sobre una piedra sentado

se encontraba Sebastián

un hombre muy afanado.

 

Al fijar él su mirada

a la palma de la mano

acariciando su testa

un pelo se había pegado.

¡Vaya!

Por un pelo, no desvelo

porque tengo mil y pico,

pero… si yo fuese rico

y mi dinero ese pelo

¿habría puesto el mismo celo?

 

Agarrando aquel hilito

con la goma de pegar

sin cometer un delito

dirigió su brazo airoso

ala testuz orgulloso

con intención de llegar

en seguir con su pelito.

¡Es que macho!

La expresión, de por un pelo

ha sido causa y desvelo

de un millón de desagravios,

dicho ha sido por los sabios.

!Por un pelo!

no te quedes sin llegar

que si no llegas y pasas

serás motivo de guasas

cubrirás con negro velo

enterito el mismo cielo.

 

 

 

Moraleja:

Ya lo sabes, ¿por un pelo?

calvo te puedes quedar.

Terminar lo que se empieza

Es virtud y no pereza.