Alvarofe

Poema dictado desde una cama de fierro

 

Esta confesión (o lo que sea que sea esto) que ahora dicto

Desde una cama de fierro

No es para nadie

Y no debe de escribirse

Debe perderse en el manantial eterno del mañana.

...

Veo o imagino una leve luz blanca

que es como una pálida esperanza

para este viejo que dicta

en la fiebre atroz del insomnio

a un oído que escuche o un alma que escriba

Desde un tiempo futuro o pasado

Por puro azar, por simple ocio,

Por una rarísima e improbable coincidencia

las palabras que ahora pienso

Para alguien, para dios o para nadie...

¿a qué mañana lejana llegará mi lamento?

¿Y si Dios existe, y me escucha, pero se hace el sordo?

¿y si soy yo el que no quiere escuchar?

Nada y nada y más nada

No diré nada

Y nadie escuchará nunca este lamento,

Que se perderá entre la nada

Mezclándose con todo eso que soñé ser.

Mi niñez se ve tan lejana,

Mis anhelos alguna vez fueron sólidos ladrillos

Y ahora solo siento estos fierros

...

Quise mucho, me quisieron poco,

Pero no me quejo

Aunque esto parece una queja

Lastimera, y hasta cobarde.

No me quejo tanto

Tuve una buena vida, pero no seré yo el que juzgue eso.

Quizás no será nadie

O quizás me iré al infierno, por no haber desarrollado adecuadamente

Mis pocos o muchos talentos

Prestados, como dice \"el Señor\".

...

Ojalá Dios me perdone y que estas torpes divagaciones (no menos torpes que mi vida completa) se eleven cómo un grito de esperanza

Y redima mi alma

cansada

pobre

oscura

y triste

que se apaga...