Carlos Brid

EN LOS SURCOS DE MIS MANOS

 

En las noches donde el sueño me cierra sus puertas

voy  como un polizonte por los rincones del recuerdo

y asomo en algunas ventanas donde alguien sufre insomnio

y descubro que otros como yo también están despiertos.

 

En ese silencio carezco de voz y de movimiento

y aun así divago por algunos caminos y recodos

en puntillas para no alterar  el profundo estanque

donde yace en letargo el universo de lo imaginado.

 

En los surcos de mis manos están atrincheradas

como guerreras esperando que se abra el día

todas las utopías que yo no creí imposibles

y también esta en un rincón la raíces de mi origen.

 

Ese es el libro que he escrito con la tinta de los días

con algunas confesiones que protejo con metáforas

y también a cielo abierto para que todos lo vean

las flores secas de algunos logros que no he germinado.

 

A veces  vuelvo sobre mis pasos y recorro los pasillos

camino lento y busco por algún rincón que no he visto

si me he olvidado alguna alforja con pedazos de tiempo

pero nunca tu cara, porque a ti te llevo tatuado en mi cuerpo.