Mauro Enrique Lopez Z.

Isabel

Hay Isabel, como me hiciste 
padecer en esa noche de espera, 
hasta tu plato favorito con amor 
te preparaba, y como siempre 
nunca llegabas. Que mala fuiste, 
porque yo te amaba con pasión;
hoy que quieres reintegrarte a mi 
humilde corazón, ya es tarde, no tengo amor para vos 
porque, ya no eres la mujer 
que yo quería, hasta tus encantos
los perdiste, en esas noches 
de bohemia, que tuviste con 
amantes y amigos.  Que pena 
contigo ya no te nesecito, ni 
para amarte un ratito.