El desaliento, no sé muy bien lo que es eso,
cuando era pequeño corriendo siempre llegaba el último,
y no entendía muy bien mi puesto,
porque siempre he sido un ciego al desaliento.
Con 16 años, pegaron a mí mejor amigo,
y me puse yo en medio,
y cobre de lo lindo , el otro tipo dijo..,
este tipo está loco ...protege a su amigo con su cuerpo.
Nunca me rindo, no entiendo el desaliento,
no me importa ser el último o el penúltimo,
siempre estoy orgulloso de los míos y mi mismo,
lógicamente soy un perdedor , soy del Atlético.
Pero cuando ganó, últimamente , nunca hago escarnio,
lo veo como el rostro del destino,
no me lo creo, yo sigo siendo un caballo oscuro,
sigo siendo un negro o un gitano.
Veo a mi hijo y le veo contento,
en mi mente está mi perrito muerto,
pero no sé, mientras lo viva , yo lo siento,
probablemente hubiera sido de pobres un buen abogado.
Tengo tanto camino, tan poco desierto,
en mi mente solo existe mi mundo,
que no concibo ni entiendo el pesimismo,
a veces pienso en cuando era.. admirador eterno.
Siempre trabajando, siempre halagando,
era un hastío de protocolo de riesgo,
, las mujeres.., nunca caía en desaliento,
al final como mínimo me dejaban en estudio.
Me convencí y me integre en mi carácter de feo,
que ahora a veces cuando es necesario,
lo utilizo , el simpático y un poco patético,
pero solo es una pose de escapulario.
No creo en la mala suerte, ni en el desaliento,
ni en la justicia, pero si en la machaconeria,
en la frecuencia, en la reiteración del esfuerzo,
y sobre todo creo en que yo soy castellano.
Soy castellano, soy duro, muy duro por dentro,
como decía mi hermano, la única forma de vencerlo,
es matarlo, mi sangre por la noche se renueva,
y por la mañana , siempre contento, siempre enemigo al desaliento.😀