Sir Frido D\'Antuna

Voy en giro ...

Y no piensen Uds que me tienen

aún soy liebre gris entre las noches

una idea en tirabuzón dentro del agua.

Cada gesto incinera algún yo 

que no era mío, pero,  el muerto

sigue abierto al corazón

incandescente al alma.

Estoy al pie de mis ruinas

muy por encima de Uds.

No es preciso saber si voy o si vengo 

basta saber que estaré

cuando haga falta. 

Aquí todo es azul y negro al dorso

donde no hay luz y nace el sol,

y libertad y cielo 

y palomas sin alas.

Busco,  no sé, lo que ya no existe 

un pastor que clama en el desierto, 

un cadáver vivo en la batalla.

Espero quizá lo que ya es costumbre 

un trazo de aurora virgen que no muerda

un traidor que me tuerza y no me parta.

Es capricho perderme entre mis cosas

pero necesito hallarme para Uds. 

aunque guillotinen mi nombre

a mis espaldas. 

Más nunca piensen que me tienen 

en torbellino estoy y esta no es mi fibra

que ha de darse al mundo. 

Voy en giro...

he dicho. 

Engendro de mi mismo,  del polvo a Dios

ese es mi conjuro. 

Doy mi carne escarlata sin lugar

donde pastar heridas,  sin ayes 

que animen sus triunfos,

llévenla de escudo sin malgastar su sal

sin conquistar sus nortes y sus banderas 

donde clavé ¡ Soy libre !

Soy yo, libertado de Uds. 

sin saberme mío. 

Soy el corifeo de mi propia muerte

y el graznido de Uds se escuchará por aplausos.

Agradezco que no valgan la noche 

de un hombre justo, tómenme ahora que

traigo piel donde albergar sus clavos. 

Vengo humano y soy y puedo sangrar

y debo

sin escupir injurias.  Anunciándome vivo

para esta vez... más

no me culpen de morir si no respiro 

desde mis límites.

Imprevisible es la muerte cuando de errar se vive. 

Aventurados los que andar pudieron

sin dejar su planta en la mugre del camino

agraciados los que aún sobreviven

a pesar del lodo, del odio 

y de las llagas.