Es una flecha de hielo atravesando el cielo, es también un hogar digno, te invito mujer de mirada inter-estelar a la parte de atrás, es oscuro, pero yo te protejo secreto es del binomio nuestro, ambos somos cálidos, juguetones, quiero intentar algo nuevo: tú a gatas, yo adentro y mis manos dándote un masaje...
Asme, burlas, regalos, ágamos ahí una casa del árbol, cebada tus labios espolvoreados en magia; susurra, grita, suspira y canta nunca me aré el sordo, pondré aquellos espíritus de la alberca de cera derretida, las constelaciones serán nuestras melodías, en el día cada quien en sus asuntos aliados en guerras diferentes, pero al caer la noche nuestro nido es evidente, así como sabemos que después de la vida sigue la muerte, así como sabemos que al yo tenerte después tú ya me quieres siempre, ágamos lenta a la velocidad de la luz mi nena, te espero atrás de la luna aya donde nadie nos vea.
Jhonnatan López Aguilar©