El amor es como fuego,
un proceso en combustión,
comienza siendo cariño,
lo que luego es ilusión.
Esa llama incandescente
te acaba por abrasar,
arde tan fuerte en el alma
que no se puede apagar.
Solo a veces es volátil,
igual que viene se va,
pero siempre deja huella,
cual andante al caminar.
En ocasiones profundo,
muy próximo a la locura,
te obsesiona, te estremece,
llega a ser una tortura.
Merece siempre la pena
vivir esa situación,
considerarse querido,
amar con tanta pasión.
Classman