Algunos de mí exclamarán…
y piensan que no los entiendo
y piensan que no lo comprendo,
critican, de mí juzgarán.
Que no me merezco, dirán,
las lágrimas, ni los loores
¿y no contempláis, mis señores,
acaso al divino Rubén,
maestro de luz y de bien,
y oís a sus mil ruiseñores?
Algunos a mí me lo dicen
que yo ya perdí la cordura
que solo me queda locura,
mi verso y mi rima maldicen.
Dejad que de mí teoricen
sus mil tonterías vesánicas
y más sus palabras tetánicas
¿y no engrandecéis a los griegos
que en verso escribieron sus ruegos
y mil epopeyas titánicas?