-JOMAB-

- LLORANDO SOBRE LOS MUERTOS QUE SE ME FUERON EN VECES.

 

 


Llorando sobre los muertos
que se me fueron en veces,
dejando un sitio vacío
y una pena que adormece,
a mi triste corazón
que palpita lentamente.
¡Que solo estoy desde entonces!
¡Que amargura mi alma tiene!
Tanta soledad me espanta
y tanto amargor me hiere.
Derramaré mi dolor
y con las lagrimas que eche,
irán creciendo raices
que darán después simientes,
pues mi dolor es tan grande
que se crece de repente.
De cada lágrima brota
un gran bosque de cipreses.
Mis muertos bajo la tierra,
al sentirlas se estremecen
y se llenan de tristeza
por no poder protegerme,
ni aplacarme la desdicha
que me dio la mala suerte.
Y aunque no quiero vivir,
se que vivir mi ser debe,
para no olvidar los nombres
de aquellos que se me mueren.
Quisiera encontrar consuelo,
en la bondad de la gente,
pero el hombre cada vez
mas malvado me parece,
cada vez mas inhumano
e insensible permanece.
A donde quiera que mires
injusticia verás siempre,
los hombres se han vuelto fieras
que atacan y se revuelven.
A donde voy nada acalma
la tristeza que me hiere,
calándome hasta los huesos,
privándome de mis quereres.
Los días son como puños
que me golpean si pueden,
las horas fieras que acechan
para poder sorprenderme,
así que voy caminando
esperando que le llegue,
por fin la hora asesina
que le conduzca a la muerte,
a mi triste corazón
que palpita lentamente.
Y rezo hoy ante estas lápidas
que se borran y envejeccen,
pero el dolor no se borra,
en mi mente permanece.
Llorando sobre los muertos
que se me fueron en veces,
de cada lágrima mía
brota un bosque de cipreses...
Aunque se agoten mis lágrimas
ellos vivirán por siempre,
mi llanto está en la madera
que junto a las tumbas crece.
Su sabia ahora es mi sangre
y sus hojas mis quereres,
mi alma está entre sus ramas...
vive en ellas para siempre.

 

 

JOMAB.