Aprendí mi estimado, que el viento se genera por diferenciales de Temperatura...
El aire caliente, inflado de sí mismo, aumenta su codicia, su temperamento...
Las moléculas se excitan y se elevan....Intensiones explotan,
Por otro lado, los aires fríos, indecisos, que también quieren su porción de tesoros templados, bañarse en hojas marcadas con lágrimas ajenas, raudamente se arremolinan, atropellado cualquier ilusoria y existente tranquilidad ... y ahí aparecen los despojos, quedan casas vacías, el susto en sótanos, los cuchillos volando, los animales cojos; lo que muchos llaman ráfagas de temporada, vientos del cambio, suplicas del pueblo...
En este proceso, muchas corrientes irritadas nacen, crecen y buscan elevarse justificando su propia y justa temperatura, se hinchan de aire para repetir y repetir el proceso... Repetir el baile, tocando sus oídos con propias y agazapadas cuerdas de viento.
Y así amigo, mientras haya diferenciales de temperatura, de método, de conocimiento, de calidad moral, se generarán vientos silenciosos, tormentas, pobreza, desafuero y el ciclo eterno de que por todos los medios es necesario subir, subir, elevarse con las nubes, elevar su ropa, su carro, sus metas, sus egocéntricos sueños, elevarse para mirar al resto de sus pares, las corrientes pasajeras, con la barbilla levantada desde arriba hacia abajo.
Sí amigo, silba otro viento sinuoso, galopa otra tormenta cual langosta para devorar lo que dejó por milagro el diferencial anterior
¡Ay! De los retazos de flor, ¡Ay! del oleaje en el mar que suda su maldita suerte, de un barco en plena pesca, de una moneda empujada a la alcantarilla...
¡Ay! de los pétalos que quedaron como fetos, de las hojas cortadas... de la leche derramada!
¡Ay! de árbol descascarado, del pobre que vivo espera otra temporada ser doblegado y arrancado de sus hijos... otra temporada mecido por el viento , otra hipócrita tempestad