Paulina Dix

Volver la mirada hacia arriba

Interactúan en mis bronquios el dolor constante y la niebla de la muerte, con cada jadeo languidece la fatiga pero se perpetúa el insomnio junto con millares de sollozos reprimidos. Mis pasos están seguidos de cerca por la sombra de la parca que me clava a oz siempre del lado izquierdo, parece que quiere escapar pero en realidad intenta acabar conmigo. 

Solo imagino las flores en mi tumba si estas brotan de mí, de la cuenca de mi ojos,  de mis manos flacuchas para entonces, de mis costillas afiladas o de mi vientre hueco. Serán flores blancas con cuya belleza opacaran el eterno marfil de mis dientes siempre asomados.

La lluvia me asusta, el jabón, inflar un globo, las noches frías, que la sabana se corra y que el reloj viaje en favor de la niebla que me ataca desde muy dentro. 

Los jadeos son incontrolables de solo pensar que todo puede acabar, un incontrolable temblor se apodera de mis piernas, quiero ver el sol aunque sea una vez más.

Paulina Dix