Esteban Mario Couceyro

Ser Dios.

Por qué no preguntarse

si Diós se parece a nosotros

no solo morfológicamente…

sino también en su racionalidad.


Por qué, ante la desgracia

llevamos a Dios, a la flaqueza de la ira

o en casos extremos

a la voluntad del capricho.


¿Por qué Dios, es un hombre?

qué necesidad hubo y habrá

de tener ese alter ego

espejado de nosotros mismos.

 


¿No sería mejor, asumir la responsabilidad

y ser mejores

en esa solitaria circunstancia

en que nos encontramos?.


Somos hijos de Dios

y como todo en la naturaleza

hay un punto en que tendremos

que ser huerfanos de ese padre

honrando su memoria y asumiendo el rol.
¿Podremos ser Dios?