Marcos Reyes Fuentes

GRITOS DE TINTA III

Por qué ya nadie mira el cielo.

La luna que se luce con esmero

Se viste de novia, de perla, de canica.

¡Y todos clavados en la tierra!

 

 Van caravanas de agachados peleándose las huellas

Y el cielo hoy mira… y  la luna suspira…

Y la Luna suspira.

Y todos clavados en la tierra!

 

Cuánta invisbilidad trae este tiempo.

Cortinas que se tejen en los ojos

Y el cielo sigue solitario  construyendo su elegía

Y todos siguen a diario, viviendo el calendario.  Clavados en la tierra!

 

Van las tristezas  sin ventanas, moviéndose en la calle

Pero la  ciudad es ancha como el corazón de un niño

Y a media calle, con los sueños  pegados en el suelo

nunca hay Luna, ni Cielo, sólo polvo

rescoldos de las huellas, de alguien  que no miraba el cielo.

Y aún todos, clavados en la tierra!