Lourdes Aguilar

COTEJO NOCTURNO

Una noche plagada de luceros
con una luna tan alta y tan grande
que iluminaba todo rincón 
absortos en tal contemplación
reclinada en ti con mi vaporosa falda
y  con mis cabellos sueltos te cubría
y eras tu mi propia sombra proyectada
te pregunté si podías compararme a ella
la gran dama, estrella matutina
\"tú eres su pequeña hija\" -respondiste-
\"pues brilla tu piel tanto como la suya
y ansias tengo al tenerla a mi alcance
de irla lustrando como a una joya
despacio y con tiento al inicio...
-y tus dedos entonces resbalabas por mis piernas-
pero frenético al ir descubriendo su fulgor
y quisiera ya no parar hasta cegarme\"

Sonreí sin mirarte, y señalando la maceta
te mostré una flor blanca llamada mariposa
Ese aroma tan intenso que se difunde
después de meses gestándose entre las hojas
solo se abre y vive unos días
te pregunté si podías con ella compararme
\"Tú eres su querida hermana\"-respondiste-
\"pues tu aura abarca tanto como su aroma...
-y tus labios recorrieron mi boca, mi nuca
deteniéndose seductores en mi oído-
y es tan mágica, tan pura y tan potente
que en mi su efecto dura todos los meses\"

Sentí agitarse mi sangre
en torrentes agolpándose en mi pecho
y una pluma que cruzó despacio
conducida por repentina brisa
con los labios palpitantes de deseo
te pregunté si podías compararme a ella
\"Tú eres parte de esa peregrina ave
de ligera mente y afiebrado cuerpo\"-respondiste
mientras tus manos apretando mi excitados miembros
de arriba a abajo escogiendo el punto 
donde iniciar el inminente asedio-
\"y cuando vuelas contigo vuelo
y eres mirlo, eres halcón y también Fénix
que canta, se precipita y se envuelve en llamas
regalando al viento alguna prueba de su existencia\"