Eliseo J Benitez

SOLEDAD

En las horas de atención, miraba yo al suelo;

Cansado y sin razón, evitaba lo más bueno.

 

Por el desierto de la vida, marqué

el destino más sincero; que otra oportunidad,

no me espera y no la quiero.

 

Mirando al horizonte como algo a que afrontar,

esperé al sol verse sobre el mundo ocultar.

 

Esa noche la paz y la agonía disolvieron,

quedé solo entre los silencios más eternos.

y más que una llegada fue una invasión,

más que una bienvenida, destrozó mi corazón.

 

Pasé a aceptarlo todo, como si el mar no existiera,

como si las tormentas fueran primavera,

como si el sol no quemara,

ni de noche me visiten las tinieblas.

 

Con voz de canto en triste lamento,

la soledad me asechaba, y sin decir por qué,

en su encanto me asediaba.