José Antonio Artés

ARREPENTIMIENTOS

Vivo dolorido por mis  profundas heridas,

siento el deseo de volver a la claridad,

busco luz en el lucero en noches bienvenidas,

maltrecho, y cicatrizado por la justa edad.

 

No adivino ni donde, ni con quién estarás,

si de aquel cóctel romántico, quedará  poso,

si a pesar de todo, todavía me amarás,

si quedará una gota de estímulo amoroso.

 

Pero fui yo solo quien otros rumbos tomó,

cegado por la locura, y la falsa aventura,

y poseída mi mente, el miedo me invadió,

huyendo de ti, a través de montes, y llanuras.

 

En las noches, escoltado por la  soledad,

y el eco del amor que mi  cuerpo doblegaba,

compungido y atormentado por la ansiedad;

mi pecho como un reloj de pared, palpitaba.

 

Mis tirantes manos agarradas a mi pecho,

como queriendo sanar mi triste corazón,

castigado por los miedos de siempre al acecho,

por ese amor que malgasté, y que nunca murió.

 

A otros amores mundanos mi cuerpo presté,

encarcelado en la melancolía y orgullo,

busqué todos los placeres que necesité, 

aunque siempre ,  todos mis latidos fueron tuyos.

 

 

José Antonio Artés